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La chica de la fábrica de cerillas - Aki Kaurismäki

  • Administrador
  • 1 jun 2020
  • 2 Min. de lectura

Por: Dayana López O.


En un principio, me resulta interesante este tipo de películas puesto que empatizan con el espectador muy rápido desde una manera superficial, es decir, el tema que sobresale en el film a simple vista es la monotonía, la rutina y como el ser se pierde indefinidamente en esta, así logra una conexión importante con el espectador, pero no la que espera, pues cada que avanza la película el tema se torna más complejo.


Nos muestra como nos volvemos parte de la rutina con un silencio que resulta abrumador, sin embargo, crea la inquietud de porque el silencio en ocasiones nos resulta tan aterrador si no es más que la oportunidad de conocer, escuchar nuestro ser y si quizás darnos cuenta que no somos quienes queremos ser o por el contrario darnos cuenta que cada vez estamos más cerca de proyectar lo que queremos ser. Tal vez en un principio esta sea la razón por la cual esquivamos y huimos tanto del silencio, por no enfrentarnos a nuestro propio juicio.


Así mismo, llega en el momento preciso, pues en el encierro no caer en una rutina resulta complejo, todo es tan mecánico que vamos ejecutando acciones tan solo por hacerlas, para finalmente llegar a la noche y que nuestros sueños sean ese baile tan esperado en la película convirtiéndose en la sombra de los recuerdos o planes que quedaron sin realizar, pues quedamos dormidos tras enfrentar aquello en lo que nuestra vida se ha convertido.



Así mismo, cuenta con imágenes que narran demasiado, me llama la atención una parte especifica en la que sale el noticiero con hechos alarmantes, sobre muertes, perdidas y sufrimiento, mientras un hombre duerme sobre el sofá, como si estas palabras lo arrullaran y es que el punto esta en que en esta situación, unos solo somos espectadores del sufrimiento de las personas, plasmado como una gran puesta en escena, convirtiéndolo en un día a día, en algo que cada vez tiene menos valor porque se trata con poca sensibilidad hasta que resulta arrullándonos y en realidad es crudo el pensar este hecho así, como si fuese la música de fondo del día.


De alguna forma, en cada instantes esta marcando la insensibilidad y la falta de humanidad ante el ser, tras una falta de reconocimiento en él, pues todo gira en torno a como te están viendo o como estas quedando ante los demás y creo que ahí hay un conflicto de como tus acciones te hacen pertenecer a una sociedad y en el momento que vemos algo que no estaría bien visto según las pautas sociales pues esquivamos y preferimos evadirlo, sin mirar al humano como tal, como un ser sintiente que comete errores y que así mismo rectifica.


Y tras todo esto, surge el tema de la venganza desde la metáfora del veneno mata ratas, al ver que cada uno de los hechos van en contra de lo que esperamos, esta la impotencia y desesperación de buscar un culpable y de alguna forma terminar el problema de raíz, reflejado en aquellos hombres que pasaron por su vida y le otorgaron un papel que no estaba dispuesta a interpretar y finalmente queda ella siendo esta vez la espectadora del sufrimiento de otros sin ni siquiera inmutarse.

 
 
 

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