La esencia de Satoshi Kon en sesenta segundos: Ohayo
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- 11 may 2020
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Por: Natalia Martínez
Lejos de ser una secuencia onírica, Ohayo es una oda a la monotonía de la rutina implícita del ser humano actual.

Entre tantos, el concepto de las obras de Satoshi Kon puede validarse como la composición dicotómica de lo existente. Los trabajos de Kon muestran al ser contemporáneo representado en personajes que lidian con sus vidas múltiples, e historias que interactúan entre la realidad y la fantasía, los sueños y pesadillas, la vida y la muerte y la misma existencia y ausencia.
Este concepto es proclamado por el artista desde los primeros planteamientos que surgen en su cabeza al momento de dibujar los planos, hasta en la edición, donde los tipos de montajes que acontecen las escenas sumergen automáticamente al espectador, aun sin darle indicio de un cambio.
El corte continuo, por ejemplo, es su recurso de conectar los mundos distintos que interactúan en el relato. Satoshi dibuja una imagen manteniendo la próxima escena en mente, y así, logra que cada imagen ya esté conectada con la anterior y la próxima. Esto, es parte de lo que inaugura como su propio y memorable estilo.
Incluso en sesenta segundos, la experiencia de tiempo y espacio se vuelve subjetiva, pues, cada individuo interpreta la realidad y fantasía tanto en forma individual como colectiva, y Satoshi maneja detalladamente esta interpretación con un estilo que denota esto en imagen y sonido.
Ahí está la marca de Satoshi Kon, en mostrar en un audiovisual la polisemia de las palabras de su concepto.
¿Cómo se siente despertar sin saber si quiera el verdadero significado de la palabra?
7:00 a.m. Hora de despertar.
" Ohayo”
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